lunes, febrero 12, 2007

Una mente brillante


Aunque también podría haberlo titulado '"Una cuestión de conciencia colectiva", pero eso sería más complicado aún.

Veamos...

Cada día es más frecuente encontrar en los diarios noticias relacionadas con los desastres ambientales provocados por la industralización, los vertidos tóxicos a todos los niveles, los devastadores efectos de los incendios forestales cada día más numerosos, o la utilización cotidiana en nuestras propias casas de productos que en su día fueron inventos maravillosos.

El planeta azul se nos va de las manos.

Por si fuera poco y como contraste a este fulminante deterioro provocado por la mala utilización de los recursos en los países industrializados, mucha gente en otra parte del mundo, del mismo mundo, se sigue muriendo de hambre y enfermedad por falta de medios.

La música de fondo la ponen las guerras armamentísticas como respuesta a un flujo importante de contrastes ideológicos que se materializan en luchas de carácter económico, religioso, territorial, o porque sí.

En medio de toda esta vorágine contradictoria tan aparatosa de la (r)evolución humana surgen organizaciones o protocolos a nivel mundial con el fín de contrarrestar las injusticias humanas o el desintegramiento gradual del planeta.

Pero voy al tema de fondo de este post.
Porque toda esta brevísima reflexión la tuve al leer ayer una noticia en el diario el mundo que no se muy bien si me causó risa, una leve esperanza, o quizá una mezcla de ámbas.

La cuestión es que se precisa de una mente brillante que nos salve del cambio climático.
La recompensa: 25 millones de dólares.
Así, como suena.

Por un momento recordé como un 'flash' aquella película protagonizada por Bruce Willis titulada "Armageddon", en la que la tierra corría peligro ante el inminente impacto de un asteroide, creo recordar, y los elegidos por la Nasa para salvar al mundo fueron un grupo de trabajadores dedicados a perforaciones petrolíferas. La historia termina bien porque el guionista así lo quiso, pero aunque hubiésemos sido devorados por el choque brutal de ese pedrusco cósmico, aquí no habría pasado nada. Es sólo ficción.

Ver la noticia aquí

Si alguien se considera apto para salvar el mundo, que no se duerma en los laureles.
Tiene 5 años para estrujarse el cerebro.

3 comentarios:

Jill dijo...

Que mal royo...
Y pensar que hace unos años la gente se mofaba de los malos presagios medioambientales. Ahora bien enserio que nos lo tomamos.

Anónimo dijo...

Ojalá estemos a tiempo.

Un saludo Jill.

Anónimo dijo...

El tiempo corre en nuestra contra, la tierra nos está avisando y a muchos parece darles igual.
Pero es que hay tantos intereses entorno a este tema que cada vez veo más difícil que se consiga ese consenso... una pena.
Besotes!