sábado, noviembre 25, 2006

Una fauna escondida, nada más.

Herberto Helder


"Cuando las hojas de la melancolía arremeten contra los astros
Al lado del espacio
Y el corazón es una semilla inventada
En su fondo oscuro y en su huracán diario,
Tú arrebatas los caminos de mi soledad
Como si toda la casa ardiese descansando en la noche.
- Y entonces no sé que decir"
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Con mucho que decir, pero inmersa en un túnel de recóndita trascendencia.





Algo se va quedando sin nombre.
Deambula como un holograma dispuesto a envejecer.
No duele más esa herida...
..que su intimista comparsa sin voz.
Ni hay mayor sombra circulando,
que el vaho que se amplía por el papel.

La trémula apariencia renace de los golpes.
No existe nada obvio en el conjunto.
Tan solo las marcas de un emblema que viaja sólo,
porque solo sirve doblegarse, para una vez más,
reconocer un compungido adiestramiento.

Razonar...
para qué,
sobre qué,
hacia dónde.

Recurro a la terapia del movimiento.
Alado maestro de unas manos sin historia.
Se encogen las lineas en un vano parapeto de promesas.
Contrario a lo nuevo que decimos,
solemos perder alguna vieja verdad
..que nunca encuentra a su destinatario.

Se burla la imagen de nosotros.
Se apoya en un alambre sin destino.
No siente más miedo que el saberse descubierta,

con un ínfimo aparejo para la escalada.
Las rúbricas se pierden sin nada que las haga prosperar.
Una fauna escondida...nada más.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Puro existencialismo amiga, la vida a veces es un mar de trascendencias. Me gustó.

Un beso.
Y.

No te había comentado que las imágenes (fotos) de la derecha, de tu ciudad, me encantan. ;)