
No se qué tanto influirá la estación del año en la que nacemos.
Te abriste paso como un dios, desafiando aquel canal del parto tenso e insuficiente.
Bastó una pizca de oxígeno para que tu llanto sonara como una sinfonía gloriosa en mitad de mi cansancio.
Se dice que los hijos le deben la vida a sus padres, pero existe algo que va más allá de las leyes de la física.
Quizá no lo sepas, pero yo también te debo la vida a tí, hijo mío.
Estoy orgullosa de tí. (aunque se que si lees esto, te partirás el eje, jeje)
5 comentarios:
Ay Chus, yo emocionada con tan hermosas palabras a tu hijo, y al leer la postdata me dije, es que hijo de gato caza ratones, jajaja, en el buen sentido, eres una madre especial estoy segura y tu hijo si lee, simplemente sabrá que ers una mamá maravillosa.
Un abrazo apretado a ambos, ;)
Ysabel.
Y Feliz Cumpleaños, supongo, a ese hombre otoñal. ;)
Besitos.
Muchas gracias linda.
Creo que este año ha recibido más felicitaciones que nunca.
Y esta, desde luego que no se la esperaba.
Si hasta se emocionó!, de partirse el eje nada. jaja.
habìa dejado un mensaje que anda saber dònde fue a parar...
decìa algo sobre las caritas esas... las lloronas! jajajaja.. imagìnatela, preciosa.
te quiero.
Me la imagino, me la imagino, pero tendremos que conformarnos con estos códigos raquíticos :o)
Más te quiero yo. (jiji)
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